jueves, 26 de junio de 2014

El “platillo volador” de la NASA está listo para su primer vuelo de prueba

El “platillo volador” de la NASA está listo para su primer vuelo de prueba

26 de junio de 2014: Solamente suena como si fuera ciencia ficción.
Con el propósito de poner a prueba una nueva tecnología que será utilizada para colocar cargas pesadas sobre Marte, la NASA está a punto de dejar caer un vehículo con forma de platillo volador desde un globo de helio muy por encima de la superficie de la Tierra.
La próxima oportunidad de lanzamiento para el Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (Low Density Supersonic Decelerator o LDSD, por su sigla en idioma inglés) es el 28 de junio a las 8:15 de la mañana, hora estándar de Hawái, cuando la ventana de lanzamiento, de 45 minutos, se abra en la Planta de Misiles del Pacífico, que pertenece a la Marina de Estados Unidos, en Kauai, Hawái. Habrá cuatro oportunidades de lanzamientos más el 29 y el 30 de junio y el 1 y el 3 de julio, si es necesario. Los funcionarios lo llaman el “vuelo que sacudirá a la ingeniería”.
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Un vehículo de prueba con la forma de un platillo volador, que transporta un equipo para colocar grandes cargas sobre Marte, se muestra en el Edificio de Ensamble de Misiles, en la Plantade Misiles del Pacífico que pertenece a la Marina de Estados Unidos, en Kaua‘i, Hawái. Más información, en idioma inglés
"La agencia está progresando y está alistándose para Marte como parte de la campaña sobre la Evolución de Marte, de la NASA", dice Michael Gazarik, un administrador asociado de la división de Tecnología Espacial, en las oficinas centrales de la NASA, ubicadas en Washington. A medida que la NASA planee misiones robot a Marte cada vez más ambiciosas, preparando así el terreno para futuras expediciones científicas con seres humanos, las misiones requerirán naves espaciales más grandes y más pesadas. El objetivo del proyecto LDSD es ver si el vehículo de prueba de vanguardia, impulsado por un cohete, funciona tal como fue diseñado; en el espacio cercano a altos números de Mach.
La manera en la cual asciende el platillo de la NASA para poner a prueba la altitud es prácticamente tan peculiar como el vehículo de prueba mismo.
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“Usamos un globo de helio (que, al inflarlo por completo, encajaría cómodamente en el Rose Bowl -Tazón de las Rosas, en idioma español- de Pasadena) para levantar nuestro vehículo a 36.580 metros (120.000 pies)”, dijo Mark Adler, quien es el gerente del proyecto del Desacelerador Supersónico de Baja Densidad, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA. “Desde allí, lo dejamos caer durante un segundo y medio. Luego, solo debe adquirir altura y velocidad; y después debe frenar”.
Una fracción de segundo después de caer desde el globo, y a unos pocos metros debajo de él, se encenderán cuatro pequeños motores de cohete con el fin de poner a punto el platillo y estabilizarlo giroscópicamente. Medio segundo después, un motor de cohete Star 48B, de combustible sólido y tobera larga, alcanzará un empuje de 7.937 kilogramos (17.500 libras), y enviará al vehículo de prueba hacia el límite de la estratosfera.
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Un vehículo con forma de platillo volador, diseñado para poner a prueba dispositivos de aterrizaje interplanetarios cuelga de una torre, listo para su lanzamiento en la Planta de Misiles del Pacífico. Más información, en idioma inglés
“Nuestro objetivo es lograr una altitud y una velocidad que estimulen la clase de ambiente con la que uno de nuestros vehículos se encontraría al volar en la atmósfera marciana”, dijo Ian Clark, quien es el principal investigador del proyecto LDSD, en el JPL. “Llegamos al punto máximo a alrededor de los 54.860 metros (alrededor de 180.000 pies) y de la velocidad Mach 4. Luego, al desacelerar a Mach 3,8, desplegamos el primero de dos nuevos sistemas de frenos atmosféricos”.
“Después de años de imaginación, ingeniería y arduo trabajo, pronto veremos a nuestro Keiki oka honua, nuestro ‘muchacho de la Tierra’, mostrarnos lo que tiene”, dice Adler. “Si nuestro platillo volador bate sus récords de velocidad y altitud, será un día grandioso”.
El equipo de gestión del proyecto decidió también hacer volar dos tecnologías de desaceleración supersónicas que serán puestas a prueba exhaustivamente durante dos pruebas de vuelo más del LDSD, el año próximo. Si el vehículo de prueba de este año vuela como se espera, el equipo del LDSD puede llegar a obtener un tesoro oculto de datos sobre cómo funcionan el Desacelerador Aerodinámico Inflable Supersónico (Supersonic Inflatable Aerodynamic Decelerator o SIAD-R, por su sigla en idioma inglés), de 6 metros, y el paracaídas supersónico un año antes de lo planeado.
El SIAD-R, el cual es esencialmente una rosquilla inflable que aumenta el tamaño del vehículo y, como resultado, incrementa su arrastre, se despliega una velocidad de alrededor de Mach 3,8. Este desacelerador rápidamente frenará el vehículo a una velocidad de Mach 2,5, donde el paracaídas supersónico más grande de la historia golpeará primero el flujo supersónico. Se espera que aproximadamente 45 minutos más tarde el platillo realice un aterrizaje controlado en el océano Pacífico, en las costas de Hawái.
NASA TV transmitirá imágenes en vivo y comentarios sobre la prueba de ingeniería del LDSD. El vehículo de prueba transporta varias cámaras a bordo. Se espera que el video de las partes seleccionadas de la prueba, incluyendo el ascenso impulsado por cohete, se pueda descargar durante transmisión. Los sitios en Internet que reproducirán el video en vivo incluyen a: http://www.nasa.gov/nasatv yhttp://www.ustream.tv/nasajpl2.
Créditos y Contactos
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Angela Atadía de Borghetti
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Angela Atadía de Borghetti

miércoles, 25 de junio de 2014

Ante la nueva ley de la semilla

Ante la nueva ley de la semilla

Víctor Medrano

Observando la manera como se desea introducir en el país una nueva ley que rija el comportamiento de la manera de mercadear la semilla que se utiliza para la producción agropecuaria, se hace preciso alertar a la población respecto a los resultados que se producirían con la puesta en práctica de la aprobación de esta nueva ley que toma este material fundamental de la producción bajo esta condicionante, solo para el lucro de un pequeño grupo.
 
 Bien es conocido que desde la creación de la ley de semillas No 231 del año 1971, en el país nunca este tema había llegado a ser materia de conflicto, en vista de que la misma permite el uso de las semillas mejoradas, hibridas y las tradicionales, llegándose a establecer varios centros de producción de estas en todo el territorio, teniendo todos acceso a ellas como sus hijos que se alimentan de su producción.
 
 Es por la significativa importancia que tiene por ser la base sobre la que descansa toda la producción de alimentos que nutren la población, no debe descansar sobre los comercializadores de ella la modificación sobre su uso. Menos aún, como han querido hacerlo sin socializarlo, mediante un proyecto de ley introducido soterradamente al senado, obviando la participación de los representantes del sector( De organizaciones campesinas y de gremios profesionales del agro, entre otros).
   
Evidentemente, se ha podido palpar que la manera como se ha querido manejar en el congreso no es más que un instrumento de regulación de este material de siembra con puros fines de poder controlar de manera total lo que de ella se produce para el consumo de los seres humanos y mas allá, pues plantea el decomiso y la destrucción de los recursos fitogenéticos, con el supuesto fin de proteger la pureza de las llamadas semillas certificadas, al tiempo de evitar la mezcla de variedades en el fruto.
 
Ante todo debemos partir de que el resultado de las investigaciones realizadas dan fundamento para determinar que los frutos obtenidos a partir de las modificaciones genéticas en las semillas tienen impactos sobre la salud, la fertilidad y la longevidad de las personas, entre otros resultados no agradables. También es conocido que el uso de semillas certificadas tiene una mayor demanda de agroquímicos, lo que eventualmente ocasionará una mayor vulnerabilidad ante los ataques de las plagas y las enfermedades, estando creadas las condiciones de una contaminación ambiental y produciéndose una reducción de la agrodiversidad.
   
Las observaciones anteriores deben ser tomadas muy en cuenta ya que a partir de la aprobación del presente proyecto de ley de semillas que cursa en el congreso se permitirá la entrada al país de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), que se producen en otros países, sin todavía contar con un registro sobre biodiversidad y bioseguridad de nuestros propios recursos. Todo ello a sabiendas de que el OGM es una semilla en la cual el fabricante ha introducido, vía ingeniería genética, determinados genes, alterando la composición original de la semilla y de los frutos que esta producirá;
   
No obstante se comercializa en el sentido de que estos genes tienen o provocan reacción con toxinas y/o antibióticos para ahuyentar o matar las plagas más comunes que ataca a ese cultivo, mejorar su rendimiento y cambiar la composición de nutrientes, sabor, textura y características del producto final.
 
 Lo que no se destaca en el contenido del proyecto de ley es que al usar este tipo de semillas se inducirá a una reducción de la agrodiversidad, trayendo como consecuencia una mayor vulnerabilidad ante los ataques de plagas y enfermedades, creándose las condiciones para una contaminación ambiental, debido a que el uso de ellas demanda de una mayor cantidad de agroquímicos.
   
Entre otros detalles, con este proyecto se supedita a los productores bajo un riguroso control de unos inspectores que se crearan con el fin de verificar el uso de este tipo de semillas, castigando con ello los saberes ancestrales de la población relativos a la producción, conservación y el cuidado de las semillas.
 
 En definitiva, bajo el amparo del uso de una semilla de mejor calidad, detrás de esta ley se esconde lo que es la verdadera intención del fortalecimiento del agronegocio y la privatización del sector en manos de pequeños grupos que solo persiguen el lucro.