Estimadas amigas y amigos de Salva la Selva:Nos parece importante apoyar estas causas.
Desde Ecuador nos solicitan ayuda de urgencia. Habitantes de Río Grande en Manabí han sido desalojados por la fuerza para la construcción de una hidroelectica. La situación es muy grave ya que el presidente Correa no dialoga y encima ha decretado militarizar la zona con el fin de reprimir y amedrentar a quienes se oponen al proyecto. Y se agrava más conforme pasan los días.
En Colombia, en la Sierra Nevada de Santa Marta, lugar donde viven cuatro pueblos indígenas y que además es un parque natural quieren construir un hotel de superlujo. Tanto como 7 estrellas. El proyecto esta bastante avanzado y los líderes indígenas se oponen. En Colombia se ha desatado una gran polémica.
Hemos preparado los correspondientes modelo de carta para apoyar ambas protestas internacionalmente. Si quieres solidarizarte firmando las cartas modelo, entra a
http://www.salvalaselva.org
Puedes ayudar mucho también difundiendo entre todos tus contactos y redes sociales. Gracias como siempre y saludos cordiales,
Guadalupe Rodríguez
Salva la Selva
guadalupe@regenwald.org
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Este es un blog para difundir los valores del barrio Enriquillo del km8 de la carretera Sanchez.
viernes, 28 de octubre de 2011
jueves, 27 de octubre de 2011
Uno de cada siete ser humano se va a la cama todos los días sin comer nada,
Siendo la República Dominicana la potencial mayor productora de alimentos en El Caribe, ¿porqué tenemos que entregarla a la minería si podemos aportar a mitigar el hambre en el mundo?
¡NO A LA MINERIA, NO AL HAMBRE, SI A LA AGRICULTURA Y A LA PROTECCION DE NUESTRAS AGUAS!!
Afecta el hambre a 925 millones, reconoce la FAO; la solución, lejos
Mar 18/10/2011 - 23:04
Internacionales
Por:
Periódico La Jornada (México)
Lo único estable es el hambre, que afecta a 925 millones de personas
Precios de alimentos: de la crisis a la estabilidad, reza el lema del Día Mundial de la Alimentación 2011. Sin embargo, lo único que permanece estable es el hambre, que afecta a 925 millones de personas y se ve agudizada por la crisis financiera.
En los últimos meses las imágenes de niños desnutridos en Somalia golpearon la conciencia de medio mundo. Pero el hambre sigue siendo un problema sin solución, que afecta no sólo al cuerno de África. Según los últimos informes, la situación es muy grave al menos en 26 países.
Cerca de 925 millones de personas pasan hambre, según datos de 2011 de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Así, cada vez queda más lejos el Objetivo del Milenio de reducir a la mitad el problema hacia 2015. En lunes arranca en Roma la Semana de la Alimentación, en la que la Comisión Alimentaria de la ONU discutirá sobre las formas de salir de la crisis alimenticia. Pero aunque se trata de una cita ya consolidada, cada vez se cierne más la duda sobre las posibilidades de alcanzar sus objetivos.
La crisis económica global pone bajo presión a los potenciales donantes, obligados a ahorrar en sus presupuestos. Los paquetes cada vez mayores para salvar a los bancos hacen que aumente el endeudamiento y la presión para ahorrar en otras partes del presupuesto, explicó la experta de Oxfam, Marita Wiggerthale.
En lugar de ahorrar en ayuda al desarrollo, los gobiernos deberían regular el mercado financiero y abrir nuevas fuentes de ingresos a través de un impuesto a las transacciones financieras, apunta Wiggerthale. La población de los países pobres no debería pagar la crisis provocada por los especuladores, agrega.
En efecto, los países desarrollados no están cumpliendo sus promesas. La mayoría no cumple todavía el Objetivo del Milenio de destinar hasta 2015 al menos 0.7 por ciento del producto interno bruto a la ayuda al desarrollo. De media, la ayuda asciende por ahora a 0.3 por ciento del PIB, según los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Por otro lado, la volatilidad de precios trae en consecuencia que en muchos países en vías de desarrollo la población deba destinar 70 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos. En un país como Alemania, donde las familias sólo destinan 12 por ciento de su presupuesto a la alimentación, una situación similar sería equivalente a que un pan costara 30 euros (41.6 dólares).
--
Domingo Abréu Collado
809 383 4078
¡NO A LA MINERIA, NO AL HAMBRE, SI A LA AGRICULTURA Y A LA PROTECCION DE NUESTRAS AGUAS!!
Afecta el hambre a 925 millones, reconoce la FAO; la solución, lejos
Mar 18/10/2011 - 23:04
Internacionales
Por:
Periódico La Jornada (México)
Lo único estable es el hambre, que afecta a 925 millones de personas
Precios de alimentos: de la crisis a la estabilidad, reza el lema del Día Mundial de la Alimentación 2011. Sin embargo, lo único que permanece estable es el hambre, que afecta a 925 millones de personas y se ve agudizada por la crisis financiera.
En los últimos meses las imágenes de niños desnutridos en Somalia golpearon la conciencia de medio mundo. Pero el hambre sigue siendo un problema sin solución, que afecta no sólo al cuerno de África. Según los últimos informes, la situación es muy grave al menos en 26 países.
Cerca de 925 millones de personas pasan hambre, según datos de 2011 de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Así, cada vez queda más lejos el Objetivo del Milenio de reducir a la mitad el problema hacia 2015. En lunes arranca en Roma la Semana de la Alimentación, en la que la Comisión Alimentaria de la ONU discutirá sobre las formas de salir de la crisis alimenticia. Pero aunque se trata de una cita ya consolidada, cada vez se cierne más la duda sobre las posibilidades de alcanzar sus objetivos.
La crisis económica global pone bajo presión a los potenciales donantes, obligados a ahorrar en sus presupuestos. Los paquetes cada vez mayores para salvar a los bancos hacen que aumente el endeudamiento y la presión para ahorrar en otras partes del presupuesto, explicó la experta de Oxfam, Marita Wiggerthale.
En lugar de ahorrar en ayuda al desarrollo, los gobiernos deberían regular el mercado financiero y abrir nuevas fuentes de ingresos a través de un impuesto a las transacciones financieras, apunta Wiggerthale. La población de los países pobres no debería pagar la crisis provocada por los especuladores, agrega.
En efecto, los países desarrollados no están cumpliendo sus promesas. La mayoría no cumple todavía el Objetivo del Milenio de destinar hasta 2015 al menos 0.7 por ciento del producto interno bruto a la ayuda al desarrollo. De media, la ayuda asciende por ahora a 0.3 por ciento del PIB, según los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Por otro lado, la volatilidad de precios trae en consecuencia que en muchos países en vías de desarrollo la población deba destinar 70 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos. En un país como Alemania, donde las familias sólo destinan 12 por ciento de su presupuesto a la alimentación, una situación similar sería equivalente a que un pan costara 30 euros (41.6 dólares).
--
Domingo Abréu Collado
809 383 4078
miércoles, 26 de octubre de 2011
lunes, 24 de octubre de 2011
ABUSOS DEL PODER Y ABUSOS POLICIALES, FRECUENTES EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA SON FRECUENTES LOS ABUSOS DEL PODER, TRADUCIDOS EN ABUSOS POLICIALES Y MILITARES, COMO EN LOS DÍAS MEJORES DE CUALQUIER DICTADURA Y LA MAYORÍA DE LOS CASOS QUEDAN IMPUNE, ESA ES LA REALIDAD PERO NADA ESPERAREMOS QUE UN DÍA EL PUEBLO PUEDA HACER SU JUSTICIA.
jueves, 20 de octubre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
EN PUERTO RICO Y ESPANA, SE MALTRATA A LOS VISITANTES DOMINICANOS.
En Puerto Rico y España se le da un trato vejatorio a los dominicanos que por diversas razones tienen que ir a esas ciudades del mundo.
Nosotros como pueblo nos caracterizamos por ser hospitalarios y solidarios, que tratamos a los extranjeros con mucha deferencia y siempre tenemos una sonrisa para ellos y las puertas siempre abiertas para acoger en nuestros hogares a los visitantes que llegan de lugares lejanos.
Por eso pedimos a los Boricuas que aunque es cierto que los hemos invadido de ilegales, eso no les da motivos para maltratar a los viajeros dominicanos que por diversos motivos tienen que entrar a la isla del encanto, perdimos a las autoridades de Puerto Rico más respeto para nuestros compatriotas, tanto para los que viven allá, como para los que entran a la isla, ya sea de turista o por motivos de trabajo.
Así mismo pedimos a las autoridades Española, que no olviden que hace poco más de quinientos año ellos nos invadieron y se robaron nuestras riquezas y asesinaron a toda la raza nativa de nuestra isla, que tengan más respeto por los dominicanos que van de visita y a los que residen allá, que ellos tienen una deuda con nuestros países, que ni todo el oro, ni toda la sangre del mundo podrá saldar.
No todo el que a esos países, es delincuente, narcotraficante u otra cosa por el estilo, por lo que se debe dar un trato humano y respetuoso o cerrar sus embajadas en nuestros países y así se evitan el problema de tener visitantes nuestros.
Domingo Acevedo.
829 494 0819
Domingoacv2@gmail.com
Nosotros como pueblo nos caracterizamos por ser hospitalarios y solidarios, que tratamos a los extranjeros con mucha deferencia y siempre tenemos una sonrisa para ellos y las puertas siempre abiertas para acoger en nuestros hogares a los visitantes que llegan de lugares lejanos.
Por eso pedimos a los Boricuas que aunque es cierto que los hemos invadido de ilegales, eso no les da motivos para maltratar a los viajeros dominicanos que por diversos motivos tienen que entrar a la isla del encanto, perdimos a las autoridades de Puerto Rico más respeto para nuestros compatriotas, tanto para los que viven allá, como para los que entran a la isla, ya sea de turista o por motivos de trabajo.
Así mismo pedimos a las autoridades Española, que no olviden que hace poco más de quinientos año ellos nos invadieron y se robaron nuestras riquezas y asesinaron a toda la raza nativa de nuestra isla, que tengan más respeto por los dominicanos que van de visita y a los que residen allá, que ellos tienen una deuda con nuestros países, que ni todo el oro, ni toda la sangre del mundo podrá saldar.
No todo el que a esos países, es delincuente, narcotraficante u otra cosa por el estilo, por lo que se debe dar un trato humano y respetuoso o cerrar sus embajadas en nuestros países y así se evitan el problema de tener visitantes nuestros.
Domingo Acevedo.
829 494 0819
Domingoacv2@gmail.com
lunes, 17 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
lunes, 10 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
viernes, 7 de octubre de 2011
Invitación, reunión Pico Duarte.
Hola compañer@s estamos convocando a todos los interesados en subir al Pico Duarte con nosotros, del 2 al 8 de enero en la ruta tetero, Mata Grande, en esa reunión daremos las primeras instrucciones a los que van a subir por primera vez, es importante la asistencia por que además nos iremos conociendo y compartiendo experiencias esperamos contar con la presencia de cada uno de los interesados, la reunión la realizaremos, en la avenida Bolívar numero 55 al lado de la funeraria la Altagracia, para más informaciones llamar al tel. 829 494 0819.
jueves, 6 de octubre de 2011
La Madre Tierra es de quien la cuida.
Movimientos Sociales hacia el ALBA
La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular
Declaración del Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías
11.500 delegadas y delegados de las organizaciones campesinas y de trabajadores y trabajadoras del campo y las ciudades, de los pueblos indígenas y afrodescendientes, de pobladores urbanos, las organizaciones de víctimas de crímenes de Estado y de víctimas del desarrollo capitalista, nos hemos reunido en Cali entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 2011 en torno de la defensa de la vida y de la Madre Tierra, para ratificar nuestra voluntad de trabajo y movilización conjunta, y continuar el proceso de legislación propia sobre el territorio.
1. Hemos venido a defender la vida y la Madre Tierra. Hemos comprobado que la única opción de vida no es el consumismo, la adicción al petróleo, la destrucción de la naturaleza y la economía impulsada por la guerra. Los aquí presentes ya venimos construyendo la alternativa: territorios gobernados por las comunidades, relaciones sociales y de trabajo equitativas e igualitarias, economías sustentables donde impera el uso respetuoso de los bienes de la naturaleza, decisión autónoma sobre la producción de alimentos,
Lamentamos que el gobierno y algunos medios de comunicación insistan en señalar que estos propósitos, y las movilizaciones que realizamos para concretarlos, sean amenazas terroristas. Como ha dicho el editorial de El Tiempo del 3 de octubre, hay un aumento sensible de la movilización popular; pero se equivoca al ver que tras estas acciones está la presencia insurgente. El uso rutinario del señalamiento les impide ver que detrás de la movilización social en realidad está la respuesta indignada de la gente frente a la destrucción de la naturaleza, la invasión de los territorios por las industrias extractivas, el despojo de los bienes naturales, la continuidad de una estructura agraria inicua --denunciada estos días en el Informe de PNUD.
2. Dos tesis hemos confirmado: la profunda inequidad del sistema político y socio-económico que rige a Colombia, y la oposición del bloque político en el poder para transformar ese modelo y reformarse a sí mismo. Por el contrario: el país sigue secuestrado por las mafias y la parapolítica, y las acciones que el gobierno nacional dice realizar para enfrentar estos sectores evidencian que no irá a la raíz del problema --la persistencia del latifundio armado y la alianza de éste con la oligarquía industrial y financiera--, y por el contrario utilizará la justa aspiración social de combatir el paramilitarismo y el despojo de tierras, para ajustar aún más el modelo territorial a los requerimientos del capital.
Esta certeza ratifica lo que venimos diciendo de tiempo atrás. Que no será en los espacios de la institucionalidad donde los sectores populares encontraremos la respuesta a nuestras exigencias por los derechos; que nos ha tocado legislar y actuar por nuestra propia cuenta para garantizarlos; que debemos ir más allá de ser oposición política, y construir por nuestro lado y a nuestro modo el país que soñamos y queremos. Nuestra intervención en espacios gubernamentales para exigir el cumplimiento de las obligaciones del Estado frente a los derechos humanos, solo tiene sentido si al mismo tiempo en las comunidades construimos gobierno propio y fortalecemos nuestra capacidad de ordenar la vida y el territorio.
3. El conjunto de las medidas legislativas y de políticas que los últimos gobiernos vienen impulsando o pretende llevar a cabo --la conversión de Colombia en una mina a cielo abierto, la imposición de las llamadas “locomotoras del progreso”, la entrega del campo a las Zonas de Desarrollo Empresarial, la adjudicación del país a la industria minero-energética, el estrangulamiento de los ríos y las aguas, en suma, volver a Colombia una zona franca de 200 millones de hectáreas,-- no es otra cosa que la agenda del capital nacional y transnacional, y se sintetizan en lo que podemos llamar la “privatización de los territorios”, es decir, quitarle a la sociedad y los pueblos el derecho de ordenar y gobernar sus espacios de vida y entregárselos al capital privado.
Cada una de las luchas que nuestros pueblos vienen dando los últimos meses, son para enfrentar este despojo. En Santurbán (Santander) para que las decisiones sobre el agua las adopten las comunidades que la beben; en el Quimbo (Huila) e Hidroituango (Antioquia) para que la elección entre comida para las comunidades o energía para las transnacionales sea una decisión de los pobladores y no de las burocracias al servicio del capital; en Puerto Gaitán (Meta) para restituir al país el patrimonio del subsuelo; en La Toma (Cauca) para que las comunidades afrodescendientes sigan mandando sobre sus fuentes de vida; en La Colosa (Tolima) para seguir siendo los dueños de su agua y de su vida; en el norte del Cauca indígena, para que el TLC con los Estados Unidos no despoje a los pueblos de su autonomía alimentaria; en Bahía Málaga (Valle), Bahía Solano (Chocó) y Bahía Portete para que los puertos no destruyan la base alimentaria de las comunidades; en San Andrés para que los raizales no sean desterrados en su propia tierra; en las grandes ciudades para que las zonas francas y los puertos secos no sean sitios prohibidos para la población; en Teorama y El Tarra para impedir que la Madre Tierra sea profanada. Cada una de estas luchas populares son para impedir la desterritorialización y el despojo.
4. Aunque víctimas del desarrollo y del despojo, nuestras comunidades han pasado a ser defensoras de la soberanía que el Estado -que debería ser su garante- ha abandonado en la feria de la “confianza inversionista”. La reactivación de las luchas sociales populares en Colombia se vienen dando justo por el camino de defender la Madre Tierra, los territorios y la soberanía nacional.
Se trata de una dinámica similar en todo el mundo. La captura de los Estados por los intereses privados ha despertado una ola de indignación en Europa, Suramérica y los Estados Unidos contra el despojo de la economía y la vida pública. Todos ellos reclaman, igual que nosotros y nosotras, el derecho de dirigir sus vidas, sus economías y sus países. No dudamos en decir que somos parte de ésos, los indignados y las indignadas del mundo.
5. Los pueblos, organizaciones y procesos asistentes hemos adoptado 7 mandatos temáticos, 10 macroregionales y un Mandato de Mandatos sobre Tierras, Territorios y Soberanías. Se trata de compromisos serios en la construcción del nuevo país, adquiridos por organizaciones y procesos que asumimos la responsabilidad de realizarlos. Entre ellos consideramos de vital importancia los siguientes:
ñ Consolidar la unidad del movimiento y las organizaciones populares para cuidar a la Madre Tierra, defender los territorios y consolidar la soberanía popular. El espíritu unitario y fraternal que nos ha acompañado en este Congreso, tendrá que converger en un gran Movimiento Social y Popular por la Tierra, el Territorio y la Soberanía. Un primer paso es la conformación de un espacio de coordinación de los procesos que nos sumamos a estos mandatos.
ñ El segundo mandato general es cuidar la Madre Tierra y reconocerle sus derechos. Quien no cuida la Madre Tierra no la merece. Y no la merecen los que destruyen las fuentes de agua para explotar oro o petróleo. Este Congreso ha mandatado prohibir la gran minería y la explotación petrolera desaforada. En consecuencia, ha declarado no grata e ilegal la presencia en nuestros territorios de la Anglo Gold Ashanti, la BHP Billiton, Xtrata, Pacific Rubiales, Cosigo Resources, Smurfitt Kappa, Cemex, Medoro Resources, Grey Star (hoy Eco Oro Minerals Corp) y Unión Fenosa, por su participación directa en agresiones a las comunidades y territorios, y su atentado sistemático a la soberanía nacional. Les notificamos que acudiendo al derecho ancestral de indígenas y afrodescendientes, a los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra, al derecho a la vida y paz, y a las normas constitucionales y del derecho internacional de los derechos humanos, realizaremos las acciones que correspondan para impedir su presencia, para que salgan del país y sean sancionados.
ñ El tercer mandato es realizar –como organizaciones sociales populares-- todas las acciones políticas civiles para construir un camino hacia la solución política del conflicto armado. La guerra en nuestros territorios altera profundamente la armonía de las comunidades y de la naturaleza, y no es posible esperar mejoras en los derechos humanos si el conflicto continúa. El derecho a la paz solo se cumplirá si la realizamos nosotros y nosotras mismas con la resistencia a la guerra, la exigencia a los actores armados para que respeten el derecho humanitario --en especial la oposición a que el cuerpo de las mujeres sea utilizado como botín de guerra--, y las acciones directas de desmilitarización de nuestros territorios. El pueblo colombiano y todas sus expresiones sociales adoptaremos una agenda de diálogos nacional y regionales en el Congreso Nacional de Paz que tendrá lugar el próximo año, al cual nos convocamos.
ñ El cuarto mandato general es profundizar la liberación de la Madre Tierra y la realización participativa de la reforma agraria. No permitiremos que en el lugar de los grandes latifundios del narcotráfico y el paramilitarismo, que deben ser desmantelados, se instale el gran latifundio de los conglomerados agroindustriales. Por el contrario, esas tierras –robadas en cientos de años a indígenas, campesinos y afrodescendientes-- deben restituirse a nuestras comunidades. Ocuparemos pacíficamente lo que por historia y por derecho nos pertenece; y allí donde se puedan presentar diferencias sobre los derechos territoriales de cada pueblo o sector, acudiremos a los principios de la unidad y el respeto interétnico para resolverlas.
ñ El quinto mandato general es constituir a las organizaciones sociales y comunidades como protectoras del agua. Desde el ejercicio del gobierno propio y autoridad, abordaremos el manejo, gestión y protección de las fuentes de agua, confrontando su privatización y degradación producto de la expansión de la frontera agropecuaria y minero-energética y el desarrollo de megaproyectos que amenazan su disponibilidad.
ñ El sexto mandato general es construir una economía propia y articulada de los pueblos, no supeditada al mercado global, que garantice la soberanía y autonomía alimentarias y los saberes asociados a las semillas, las plantas y los alimentos. Vamos a fortalecer las prácticas de producción, transformación, intercambio y consumo culturalmente apropiadas, socialmente justas y en armonía con la vida; no utilizaremos ni permitiremos agrotóxicos y transgénicos; impediremos la presencia de los agrocombustibles, plantaciones forestales y otros monocultivos que amenazan nuestra soberanía territorial y alimentaria.
ñ El séptimo mandato es realizar una reforma de territorial del país que contenga un ordenamiento territorial urbano popular democrático de las regiones reconociendo la diversidad y las diferencias tanto de pueblos que habitan al interior de los territorios urbanos, como entre las ciudades de Colombia.
ñ El octavo mandato general es emprender todas las acciones necesarias hasta que los responsables intelectuales y materiales del exterminio contra nuestros pueblos sean juzgados. Recogemos las semillas de vida, memoria, verdad, justicia y reparación, sembradas por las luchadoras y luchadores populares en la defensa de la vida y de la Madre Tierra, y víctimas de este conflicto.
ñ Los niños y niñas presentes en Congreso han aprobado un mandato adicional: debemos consolidar espacios para que deliberen y sus aportes sean tenidos en cuenta. El futuro del territorio está en peligro si no despertamos sus corazones y sus conciencias para que lo defiendan. Obedeciendo su palabra mayor, generaremos siempre los espacios donde los niños y niñas de nuestros pueblos puedan pensar y construir el país de sus sueños.
Éstos son los mandatos de los pueblos y las organizaciones populares. Los cumpliremos. Nos movilizaremos en calles y campos para hacerlos realidad. Llamamos a todos y todas a comprometerse con ellos, a la intelectualidad a sumarse a esta construcción de país, a los partidos políticos populares a acatarlos.
Cansados de obedecer. Cansados de ser consultados mientras otros deciden. Queremos gobernar. ¡Vamos a gobernar en nuestros territorios!
La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular
Cali, octubre de 2011
http://congresodetierrasyterritorios.elalimentoesvital.com
La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular
Declaración del Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías
11.500 delegadas y delegados de las organizaciones campesinas y de trabajadores y trabajadoras del campo y las ciudades, de los pueblos indígenas y afrodescendientes, de pobladores urbanos, las organizaciones de víctimas de crímenes de Estado y de víctimas del desarrollo capitalista, nos hemos reunido en Cali entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 2011 en torno de la defensa de la vida y de la Madre Tierra, para ratificar nuestra voluntad de trabajo y movilización conjunta, y continuar el proceso de legislación propia sobre el territorio.
1. Hemos venido a defender la vida y la Madre Tierra. Hemos comprobado que la única opción de vida no es el consumismo, la adicción al petróleo, la destrucción de la naturaleza y la economía impulsada por la guerra. Los aquí presentes ya venimos construyendo la alternativa: territorios gobernados por las comunidades, relaciones sociales y de trabajo equitativas e igualitarias, economías sustentables donde impera el uso respetuoso de los bienes de la naturaleza, decisión autónoma sobre la producción de alimentos,
Lamentamos que el gobierno y algunos medios de comunicación insistan en señalar que estos propósitos, y las movilizaciones que realizamos para concretarlos, sean amenazas terroristas. Como ha dicho el editorial de El Tiempo del 3 de octubre, hay un aumento sensible de la movilización popular; pero se equivoca al ver que tras estas acciones está la presencia insurgente. El uso rutinario del señalamiento les impide ver que detrás de la movilización social en realidad está la respuesta indignada de la gente frente a la destrucción de la naturaleza, la invasión de los territorios por las industrias extractivas, el despojo de los bienes naturales, la continuidad de una estructura agraria inicua --denunciada estos días en el Informe de PNUD.
2. Dos tesis hemos confirmado: la profunda inequidad del sistema político y socio-económico que rige a Colombia, y la oposición del bloque político en el poder para transformar ese modelo y reformarse a sí mismo. Por el contrario: el país sigue secuestrado por las mafias y la parapolítica, y las acciones que el gobierno nacional dice realizar para enfrentar estos sectores evidencian que no irá a la raíz del problema --la persistencia del latifundio armado y la alianza de éste con la oligarquía industrial y financiera--, y por el contrario utilizará la justa aspiración social de combatir el paramilitarismo y el despojo de tierras, para ajustar aún más el modelo territorial a los requerimientos del capital.
Esta certeza ratifica lo que venimos diciendo de tiempo atrás. Que no será en los espacios de la institucionalidad donde los sectores populares encontraremos la respuesta a nuestras exigencias por los derechos; que nos ha tocado legislar y actuar por nuestra propia cuenta para garantizarlos; que debemos ir más allá de ser oposición política, y construir por nuestro lado y a nuestro modo el país que soñamos y queremos. Nuestra intervención en espacios gubernamentales para exigir el cumplimiento de las obligaciones del Estado frente a los derechos humanos, solo tiene sentido si al mismo tiempo en las comunidades construimos gobierno propio y fortalecemos nuestra capacidad de ordenar la vida y el territorio.
3. El conjunto de las medidas legislativas y de políticas que los últimos gobiernos vienen impulsando o pretende llevar a cabo --la conversión de Colombia en una mina a cielo abierto, la imposición de las llamadas “locomotoras del progreso”, la entrega del campo a las Zonas de Desarrollo Empresarial, la adjudicación del país a la industria minero-energética, el estrangulamiento de los ríos y las aguas, en suma, volver a Colombia una zona franca de 200 millones de hectáreas,-- no es otra cosa que la agenda del capital nacional y transnacional, y se sintetizan en lo que podemos llamar la “privatización de los territorios”, es decir, quitarle a la sociedad y los pueblos el derecho de ordenar y gobernar sus espacios de vida y entregárselos al capital privado.
Cada una de las luchas que nuestros pueblos vienen dando los últimos meses, son para enfrentar este despojo. En Santurbán (Santander) para que las decisiones sobre el agua las adopten las comunidades que la beben; en el Quimbo (Huila) e Hidroituango (Antioquia) para que la elección entre comida para las comunidades o energía para las transnacionales sea una decisión de los pobladores y no de las burocracias al servicio del capital; en Puerto Gaitán (Meta) para restituir al país el patrimonio del subsuelo; en La Toma (Cauca) para que las comunidades afrodescendientes sigan mandando sobre sus fuentes de vida; en La Colosa (Tolima) para seguir siendo los dueños de su agua y de su vida; en el norte del Cauca indígena, para que el TLC con los Estados Unidos no despoje a los pueblos de su autonomía alimentaria; en Bahía Málaga (Valle), Bahía Solano (Chocó) y Bahía Portete para que los puertos no destruyan la base alimentaria de las comunidades; en San Andrés para que los raizales no sean desterrados en su propia tierra; en las grandes ciudades para que las zonas francas y los puertos secos no sean sitios prohibidos para la población; en Teorama y El Tarra para impedir que la Madre Tierra sea profanada. Cada una de estas luchas populares son para impedir la desterritorialización y el despojo.
4. Aunque víctimas del desarrollo y del despojo, nuestras comunidades han pasado a ser defensoras de la soberanía que el Estado -que debería ser su garante- ha abandonado en la feria de la “confianza inversionista”. La reactivación de las luchas sociales populares en Colombia se vienen dando justo por el camino de defender la Madre Tierra, los territorios y la soberanía nacional.
Se trata de una dinámica similar en todo el mundo. La captura de los Estados por los intereses privados ha despertado una ola de indignación en Europa, Suramérica y los Estados Unidos contra el despojo de la economía y la vida pública. Todos ellos reclaman, igual que nosotros y nosotras, el derecho de dirigir sus vidas, sus economías y sus países. No dudamos en decir que somos parte de ésos, los indignados y las indignadas del mundo.
5. Los pueblos, organizaciones y procesos asistentes hemos adoptado 7 mandatos temáticos, 10 macroregionales y un Mandato de Mandatos sobre Tierras, Territorios y Soberanías. Se trata de compromisos serios en la construcción del nuevo país, adquiridos por organizaciones y procesos que asumimos la responsabilidad de realizarlos. Entre ellos consideramos de vital importancia los siguientes:
ñ Consolidar la unidad del movimiento y las organizaciones populares para cuidar a la Madre Tierra, defender los territorios y consolidar la soberanía popular. El espíritu unitario y fraternal que nos ha acompañado en este Congreso, tendrá que converger en un gran Movimiento Social y Popular por la Tierra, el Territorio y la Soberanía. Un primer paso es la conformación de un espacio de coordinación de los procesos que nos sumamos a estos mandatos.
ñ El segundo mandato general es cuidar la Madre Tierra y reconocerle sus derechos. Quien no cuida la Madre Tierra no la merece. Y no la merecen los que destruyen las fuentes de agua para explotar oro o petróleo. Este Congreso ha mandatado prohibir la gran minería y la explotación petrolera desaforada. En consecuencia, ha declarado no grata e ilegal la presencia en nuestros territorios de la Anglo Gold Ashanti, la BHP Billiton, Xtrata, Pacific Rubiales, Cosigo Resources, Smurfitt Kappa, Cemex, Medoro Resources, Grey Star (hoy Eco Oro Minerals Corp) y Unión Fenosa, por su participación directa en agresiones a las comunidades y territorios, y su atentado sistemático a la soberanía nacional. Les notificamos que acudiendo al derecho ancestral de indígenas y afrodescendientes, a los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra, al derecho a la vida y paz, y a las normas constitucionales y del derecho internacional de los derechos humanos, realizaremos las acciones que correspondan para impedir su presencia, para que salgan del país y sean sancionados.
ñ El tercer mandato es realizar –como organizaciones sociales populares-- todas las acciones políticas civiles para construir un camino hacia la solución política del conflicto armado. La guerra en nuestros territorios altera profundamente la armonía de las comunidades y de la naturaleza, y no es posible esperar mejoras en los derechos humanos si el conflicto continúa. El derecho a la paz solo se cumplirá si la realizamos nosotros y nosotras mismas con la resistencia a la guerra, la exigencia a los actores armados para que respeten el derecho humanitario --en especial la oposición a que el cuerpo de las mujeres sea utilizado como botín de guerra--, y las acciones directas de desmilitarización de nuestros territorios. El pueblo colombiano y todas sus expresiones sociales adoptaremos una agenda de diálogos nacional y regionales en el Congreso Nacional de Paz que tendrá lugar el próximo año, al cual nos convocamos.
ñ El cuarto mandato general es profundizar la liberación de la Madre Tierra y la realización participativa de la reforma agraria. No permitiremos que en el lugar de los grandes latifundios del narcotráfico y el paramilitarismo, que deben ser desmantelados, se instale el gran latifundio de los conglomerados agroindustriales. Por el contrario, esas tierras –robadas en cientos de años a indígenas, campesinos y afrodescendientes-- deben restituirse a nuestras comunidades. Ocuparemos pacíficamente lo que por historia y por derecho nos pertenece; y allí donde se puedan presentar diferencias sobre los derechos territoriales de cada pueblo o sector, acudiremos a los principios de la unidad y el respeto interétnico para resolverlas.
ñ El quinto mandato general es constituir a las organizaciones sociales y comunidades como protectoras del agua. Desde el ejercicio del gobierno propio y autoridad, abordaremos el manejo, gestión y protección de las fuentes de agua, confrontando su privatización y degradación producto de la expansión de la frontera agropecuaria y minero-energética y el desarrollo de megaproyectos que amenazan su disponibilidad.
ñ El sexto mandato general es construir una economía propia y articulada de los pueblos, no supeditada al mercado global, que garantice la soberanía y autonomía alimentarias y los saberes asociados a las semillas, las plantas y los alimentos. Vamos a fortalecer las prácticas de producción, transformación, intercambio y consumo culturalmente apropiadas, socialmente justas y en armonía con la vida; no utilizaremos ni permitiremos agrotóxicos y transgénicos; impediremos la presencia de los agrocombustibles, plantaciones forestales y otros monocultivos que amenazan nuestra soberanía territorial y alimentaria.
ñ El séptimo mandato es realizar una reforma de territorial del país que contenga un ordenamiento territorial urbano popular democrático de las regiones reconociendo la diversidad y las diferencias tanto de pueblos que habitan al interior de los territorios urbanos, como entre las ciudades de Colombia.
ñ El octavo mandato general es emprender todas las acciones necesarias hasta que los responsables intelectuales y materiales del exterminio contra nuestros pueblos sean juzgados. Recogemos las semillas de vida, memoria, verdad, justicia y reparación, sembradas por las luchadoras y luchadores populares en la defensa de la vida y de la Madre Tierra, y víctimas de este conflicto.
ñ Los niños y niñas presentes en Congreso han aprobado un mandato adicional: debemos consolidar espacios para que deliberen y sus aportes sean tenidos en cuenta. El futuro del territorio está en peligro si no despertamos sus corazones y sus conciencias para que lo defiendan. Obedeciendo su palabra mayor, generaremos siempre los espacios donde los niños y niñas de nuestros pueblos puedan pensar y construir el país de sus sueños.
Éstos son los mandatos de los pueblos y las organizaciones populares. Los cumpliremos. Nos movilizaremos en calles y campos para hacerlos realidad. Llamamos a todos y todas a comprometerse con ellos, a la intelectualidad a sumarse a esta construcción de país, a los partidos políticos populares a acatarlos.
Cansados de obedecer. Cansados de ser consultados mientras otros deciden. Queremos gobernar. ¡Vamos a gobernar en nuestros territorios!
La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular
Cali, octubre de 2011
http://congresodetierrasyterritorios.elalimentoesvital.com
miércoles, 5 de octubre de 2011
lunes, 3 de octubre de 2011
PARA ACABAR CON LA VIOLENCIA Y LA DELINCUENCIA.
PARA ACABAR CON LA VIOLENCIA Y LA DELINCUENCIA.
Nuevamente la sociedad Dominicana pide a gritos mano dura contra la delincuencia, como si la represión por sí sola terminará con la escalada de violencia que vive el país, yo digo que los que abogan por ese único método están equivocados, porque lo correcto es pedir al gobierno que vaya a la raíz del problema, porque la violencia y la delincuencia tienen profundas raíces en la pobreza y la falta de oportunidades en que vive sumida la mayoría del pueblo Dominicano.
La lucha contra la violencia y la delincuencia debe estar dirigida en dar más oportunidades de vida a los pobres que en los barrios pobres de santo Domingo y el interior del país mueren arropados por la pobreza extrema.
La lucha contra la delincuencia debe estar dirigida en crear mas fuentes de empleos, en dar el cuatro por ciento a educación como manda la ley, ley que nuestro gobierno viola, es dar a los jóvenes de los barrios marginados la oportunidad de existir jurídicamente, de tener sus actas de nacimientos, para poder sacar sus cedulas y poder estudiar y poder optar por un empleo decente y bien remunerado, es acabar con la corrupción estatal y la impunidad, es disolver la Policía Nacional corrupta y criminal y crear una policía civil y comunitaria, es depurar la justicia y castigar con severidad a los jueces corruptos. Para acabar con la delincuencia hay que invertir más en el. Campo especialmente en la pequeña y mediana agricultura y recuperar el aparato productivo nacional.
Para acabar con la violencia y la delincuencia, la sociedad Dominicana debería rechazar las propuestas políticas de los partidos tradicionales (PRD, PLD Y PRSC) y sus partidos satélites y optar por una nueva propuesta política, donde la ética y la moral norme su funcionamiento.
Nuevamente la sociedad Dominicana pide a gritos mano dura contra la delincuencia, como si la represión por sí sola terminará con la escalada de violencia que vive el país, yo digo que los que abogan por ese único método están equivocados, porque lo correcto es pedir al gobierno que vaya a la raíz del problema, porque la violencia y la delincuencia tienen profundas raíces en la pobreza y la falta de oportunidades en que vive sumida la mayoría del pueblo Dominicano.
La lucha contra la violencia y la delincuencia debe estar dirigida en dar más oportunidades de vida a los pobres que en los barrios pobres de santo Domingo y el interior del país mueren arropados por la pobreza extrema.
La lucha contra la delincuencia debe estar dirigida en crear mas fuentes de empleos, en dar el cuatro por ciento a educación como manda la ley, ley que nuestro gobierno viola, es dar a los jóvenes de los barrios marginados la oportunidad de existir jurídicamente, de tener sus actas de nacimientos, para poder sacar sus cedulas y poder estudiar y poder optar por un empleo decente y bien remunerado, es acabar con la corrupción estatal y la impunidad, es disolver la Policía Nacional corrupta y criminal y crear una policía civil y comunitaria, es depurar la justicia y castigar con severidad a los jueces corruptos. Para acabar con la delincuencia hay que invertir más en el. Campo especialmente en la pequeña y mediana agricultura y recuperar el aparato productivo nacional.
Para acabar con la violencia y la delincuencia, la sociedad Dominicana debería rechazar las propuestas políticas de los partidos tradicionales (PRD, PLD Y PRSC) y sus partidos satélites y optar por una nueva propuesta política, donde la ética y la moral norme su funcionamiento.
Por desgracia vivimos en un país donde las personas se sienten con el derecho e violar las leyes que nos rigen como nación.
Por desgracia vivimos en un país donde las personas se sienten con el derecho e violar las leyes que nos rigen como nación y el primer violador de las leyes es nuestro presidente, que no acata la ley que dice que el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto , es para educación y además justifica su violación a esa ley.
Pero los apagones no son poesía, son una cotidiana realidad.
Hoy el apagón me ha permitido disfrutar de un cielo lleno de estrellas y una hermosa luna llena. Desde donde vivo puedo ver las luces distantes de la ciudad, y las del puerto infinitamente iluminado como una afreta a nosotros, que vivimos eternamente apagados, también ahora puedo ver las luces de los barcos anclados no se porque difusa razón en el mar Caribe.
Esta noche he invocado el fantasma de mi niñez perdida en los laberintos del tiempo, corriendo descalza por el camino real vestido de estrellas y sombras hacia algún lugar del pueblo perdido en la memoria.
Pero los apagones no son poesía, son una cotidiana realidad a la que yo me rebelo, por que no puedo acostumbrarme, es por eso que maldigo mil veces a este gobierno criminal y abusador, a Celso marrazini y a las edes, malditos sean mil veces, espero que un día puedan pagar por tantos abusos cometidos contra el pueblo Dominicano, yo esperaré paciente ese día, se que llegará, necesariamente llegará.
Esta noche he invocado el fantasma de mi niñez perdida en los laberintos del tiempo, corriendo descalza por el camino real vestido de estrellas y sombras hacia algún lugar del pueblo perdido en la memoria.
Pero los apagones no son poesía, son una cotidiana realidad a la que yo me rebelo, por que no puedo acostumbrarme, es por eso que maldigo mil veces a este gobierno criminal y abusador, a Celso marrazini y a las edes, malditos sean mil veces, espero que un día puedan pagar por tantos abusos cometidos contra el pueblo Dominicano, yo esperaré paciente ese día, se que llegará, necesariamente llegará.
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