Nosotros como organización, como personas, no podemos permanecer indiferentes ante el drama del hambre que viven diversas regiones del mundo, especialmente algunos países africanos y de América Latina, sabiendo que en el mundo se produce alimentos para satisfacer las necesidades de todos los habitantes de la tierra y que en lugares como Europa muchos hogares tiran todas las semanas comida en buen estado al zafacón y que todos los días, de los siete mil millones de personas que habitan el planeta, mil millones se van a la cama sin probar alimentos, eso quiere decir, que de cada siete personas, una pasa hambre.
Y que en países como Somalia, Etiopia, Kenia, Sudan, Uganda, Bolivia, Guatemala, Haití, Honduras, por sólo decir algunos países, muchos niños muere de hambre todos los días, mientras la televisión presenta escenas horrorosas, de niños desnutridos que sólo esperan morir lenta y dolorosamente de hambre, ante la mirada indiferente de una humanidad cada vez más insensible a su propio dolor.
Cada 24 Hrs. en el mundo mueren de hambre 100 mil personas, de los cuales 30 mil son niños con menos de 5 años. Es una pena, si, es una gran pena, pero también una inmensa tristeza de saber que este mundo está cada vez peor mientras crece la población mundial. La ONU nos explica técnicamente que hay hambruna en un país o región, cuando el índice de malnutrición supera el 30%, o cuando más de dos personas mueren de hambre al día por cada 10 mil habitantes o finalmente cuando la gente carece del acceso de alimentos u otras necesidades básicas. ¡El hambre sigue en aumento en el mundo! Hoy ya son mil millones de seres humanos que sufren día a día de este mal que pone de revés un mundo insensible infectado de violencia y drogas. Antes de la recesión económica que sufrió el mundo los hambrientos del mundo alcanzaban una cifra no mayor a 850 millones, pero con la subida de precios de los alimentos esta cifra subió en un poco menos de 75 millones de nuevos hombres que padecen el hambre y la miseria, indico la FAO en un informe realizado en Chile. América latina retrocedió casi en su totalidad sobre lo que ya había avanzado en los últimos 15 años en su lucha contra el hambre; ahora hay más de 51 millones de hambrientos en América Latina.
El hambre consumirá el mundo si los hombres no levantan el dedo acusador. Urge la necesidad de replantear los programas en la lucha contra el hambre, si bien hay voluntad de muchas organizaciones, esto no basta para tratar de paliar los efectos que tendrá sobre países sub desarrollados. Hace días la ONU acaba de declarar a Somalia como el foco de la hambruna, con lo cual se va demostrando como infinitas veces que el foco de la hambruna está en el África y es a ese lugar del mundo donde urge la necesidad de voltear nuestras miradas.
Ante este drama que vive la humanidad se van a sumar los desplazados por el cambio climático, que es una realidad que se nos viene encima y que ya esta provocando miles de desplazados en el mundo tanto por efectos de las sequías cada vez mas prolongadas, por los fenómenos naturales cada vez mas frecuentes y extremos y por el aumento de las aguas del mar.
Urge la necesidad de buscarle una salida a la abrumadora y dolorosa realidad del hambre y la pobreza en el planeta, debemos luchar por un mundo más justo, mas solidario, más humano, presionemos a los países poderosos para que vayan en auxilio de los países en donde el hambre es extrema, presionemos para que exista una distribución equitativa de las riquezas, para que Europa que ha saqueado a África y América, de alguna manera compense a esos piases, que hoy son pobres porque los colonizadores blancos se llevaron todas sus riquezas.
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