A cinco años de la muerte de Miguel Ángel Acevedo.
Este 23 de enero del 2012 se cumple cinco años de la desaparición física de Miguel Ángel Acevedo,
La muerte de Miguel fue un duro golpe para todos nosotros que no esperábamos que este evento necesario y traumático en la vida de todos los seres vivos sucediera en ese momento en Miguel.
El luchó por su vida pero no pudo vencer a la muerte, que se lo llevó para siempre, recuerdo que el último día de su vida le pidió a su hermana Ángela, que cuidara de sus tres hijos, que no los desamparara, ese 23 de enero aciago entró en crisis y murió.
A cinco años de su partida podemos ver lo imprescindible que era él en el barrio, su liderazgo carismático permitía mantener unidos a muchos grupos antagónicos en el sector, él era conciliador, era un ente de equilibrio, y un trabajador por su barrio incansable, en lo deportivo, lo social y lo cultural, esposo fiel y padre responsable y cariñoso con sus hijos y un ser humano excepcional, con unas cualidades extraordinarias que lo hacían diferente a los demás.
A cinco años de la muerte de Miguel al pasar balance en el barrio, podemos decir sin temor a equivocarnos que este se encuentra en una situación crítica donde campean por sus fueros la delincuencia, el narcotráfico y la violencia, en el barrio no hay seguridad y se ha perdido a todas las cosas y el sentido unitario que existía antes, las actividades deportivas se hacen por sectores, por grupos y no se apoyan entre sí, porque ya no responden a una sola dirección, muchas de esas actividades se hacen al margen del Club Gregorio Luperón, que ya representa muy poca cosa en el barrio y está en manos de personas que lo han secuestrado negándose a realizar alecciones y ni siquiera recuerdan a Miguel que fue el dirigente más importante que tuvo esa otrora prestigiosa institución.
En este quinto aniversario de tu desaparición física Miguel, nosotros los que siempre creímos en ti, te recordaremos y honraremos de la mejor manera tu memoria, tu recuerdo no morirá, nosotros nos encargaremos que permanezca por siempre en el barrio Enrquillo, del km8 de la carretera Sánchez.
Domingo Acevedo.
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